“AMOR NACIDO EN EL CEMENTERIO”

-ángel orellana flores- 

Nuestro amor nació en el cementerio
y desde allá vino a extenderse 
como sábana azul
sobre nuestros campos
de espinas y flores.
Estábamos locos
alumbrando tumbas,
sabrá la muerte de quién eran.
La abuela muerta
era solo un pretexto
queríamos estar solos
decirnos en silencio:
¡eh, mira este chocolate
espeso que se derrama!
Luego cruzamos
la frontera del pudor
y bebimos el brebaje
que solo beben los amantes
noche a noche cabalgamos
ese alazán de pasión y locura
hasta que nuestros líquidos
se confundían
y húmedo tu vientre
nos envolvíamos en las sábanas
cómplices y encubridoras.
Me gustaba tanto
el choque de nuestros dientes
en la excitación de nuestros besos endiablados
y esa sinfonía superior a la de Beethoven
que siempre iba en crecendo
hasta estallar en un colosal orgasmo………
era entonces de verte
como un ovillo extendiéndose
con la mirada perdida
como buscando
descifrar el color de la felicidad.
Me drogaron esos ojos tuyos
color de tierra en movimiento
y esa boca roja
como crepúsculo marino.
Encantado por la belleza pura
de tu cuerpo agrandado
dancé funámbulo tu danza
de conquistadora.
Quise defenderme con mis armas
mas el cañón de tu boca
me doblegó con una suave ráfaga
de besos sabor a naranja.
En ti encontré a la princesa
encantadora de fieras
a la más temible de las tormentas
y a la más débil y tierna de las criaturas.
Fui voluntario a tu prisión
y disfruté como un niño
disfruta de un dulce
teniéndote como mi carcelera.
Ese amor que nación en el cementerio
bajo la mirada “de la abuela muerta”
se fue para quedarse 
ha volado lejos para estar más cerca.