A
lo largo de estos seis años de cambios profundos en el Ecuador, hemos visto
desenas de enemigos y detractores abiertamente opuestos a los nuevos caminos
que el pueblo buscó andar. A estos enemigos se los puede enumerar e identificar, porque su bilis les obliga a visibilizar el odio, entre
estos tenemos al imperialismo norte americano, las potencias mundiales, la
derecha recalcitrante, la prensa bárbara y etcétera.
Pero
hay un enemigo más letal y silencioso que actúa dentro de la casa y se malla: BUROCRACIA.
Es tan letal este enemigo porque corta de raíz y de la forma más repudiable los
sueños y aspiraciones del pueblo, que eligió cambiar su destino a través de un
presidente en el que cree el 57% de la población Nacional.
Entonces,
los enemigos de la revolución ciudadana y del pueblo del Ecuador; son el 90% de los servidores
públicos del Ecuador, etos entre otras cosas son vagos, incapaces, mediocres, faltos de iniciativa y
lo que es terrible, son: apátridas.
Esos son los enemigos del gobierno, la revolución ciudadana y el país. Con sus malas atenciones al público y gran parte de ese público es el pueblo llano, que no se toma un tiempo para pensar y analizar la situación, rápidamente termina culpando al gobierno de todo ese mal trato.
Esos son los enemigos del gobierno, la revolución ciudadana y el país. Con sus malas atenciones al público y gran parte de ese público es el pueblo llano, que no se toma un tiempo para pensar y analizar la situación, rápidamente termina culpando al gobierno de todo ese mal trato.
Pero
no caigamos en la trampa de aseverar cosas como “y quién creó más
burocracia” “el gobierno mismo tiene la
culpa”….. en parte sí, hubo gente que entró por la ventana a ocupar algún
carguito público – que desde el punto de vista estomacal está bien – lo triste es
que estas personas luego “conspiren” dentro del aparato público con su
ociosidad.
Las
y los ecuatorianos que somos usuarios de las distintas entidades públicas
vivimos en carne propia la inclemencia de estos apátridas, que creen hacernos
un favor al brindarnos la atención – más mala que comida de manicomio – por la
que pagamos. Desde luego que hablo de una generalidad porque así lo es, muchas instituciones públicas aún no trabajan
en mancomunidades con otras y, lo que me parece fascista es que no se usen las
plataformas electrónicas para el intercambio de datos entre instituciones
públicas y agilitar los tramites de los
ciudadanos, para ejemplarizar tomaré a dos instituciones en la ciudad de
Machala: 1.- CNT no trabaja en convenio con el Banco de Fomento y con las
cooperativas de Ahorro y Crédito, por ende mucha gente no puede acceder al
servicio telefónico y de internet,
porque abrir una cuenta de ahorros en
otras entidades bancarios – privadas sobre todo – lo mínimo son 100 dólares y
le pueblo no tiene. 2.- el ministerio de relaciones laborales: este sí trabaja
con el banco de fomento, pero uno tiene que ir a las instalaciones del citado
ministerio, ahí le dan un tiket para ir a pagar al banco, se regresa con el
depósito y hace cola para que le atienda la cajera – curioso no? Hay caja pero
no se vende dentro dela institución las especies valoradas, luego se pasa donde
la secretaria para que ponga un sello en la especia valorada. En ese trámite el
ciudadano de a pie ha perdido mínimo tres horas, para obtener un certificado que diga si puede o no “contratar con el Estado”, cuando este trámite
se lo puede hacer por internet.
Las
y los usuarios debemos exigir que se evalúe bimestralmente a los funcionarios
públicos, todos ellos deben tener sobre su escritorio una máquina para ser
evaluados por el usuario in situ. Dependiendo de la evaluación se debe mantener
o no a un funcionario público en su cargo. Ciudadanas/os, no firmemos esas
hojitas que nos dan cuando “nos atienden” si la atención ha sido regular. Los burócratas
son pillos entrenados, les gusta sorprender con estadísticas, por eso siempre
tienen a mano una hoja para que llenen los usuarios con sus datos y eso
muestran como constancia de su “buena labor”.
Ecuatorianos amémonos y no permitamos que estos enemigos del desarrollo
sigan viviendo a costa de nosotros.
Denunciémoslos, exijamos que se capaciten, que nos den buena atención y
que sobre todo exploten al máximo las facilidades que nos brinda la tecnología,
para alcanzar en la brevedad posible el
anhelado BUEN VIVIR.
por:
Ángel Orellana Flores
POETA Y ACTOR
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