A diario escuchamos o
leemos noticias de accidentes de tránsito, acompañadas de otras noticias de carretera como los asaltos a
buses de pasajeros - por ejemplo -. Tanto nos hemos familiarizado con esas noticias que las hemos asimilando como
"normales". Justo ahí está el detalle! El que nos parezca normal, ha
hecho de usuarios, agentes de tránsito y
autoridades del ramo; perfectos cómplices y encubridores de la violencia
- hasta la muerte en algunos casos - maltratos y abusos constantes por parte
los conductores, ayudantes, oficinistas y gerentes de las cooperativas
de transporte en el país.
CUÁLES SON LOS
ABUSOS? Realmente la lista es
larga, así que me referiré a las elementales:
- Ausencia de seguridad. Nadie controla al salir de los terminales o
en el camino si entre los pasajeros viajan delincuentes o personas que pongan
en riesgo la integridad de los viajeros.
- Falta se educación en
buen trato al usuario por parte de los controladores y conductores. Estos sujetos no respetan a mujeres
embarazadas, personas con capacidades especiales, adultos mayores, peor aún a los pasajeros “normales”.
Cobros excesivos de pasajes - sobre todo los días de mayor demanda de
transporte -, insultos, abandono de los pasajeros en la vía, son la retribución
que el viajante recibe por el costo de su pasaje.
- Unidades sin
condiciones mínimas. Pues las unidades de transporte interprovincial carecen de
condiciones mínimas para brindar confort a los usuarios: no disponen de rampas
para las personas con capacidades especiales,
asientos reducidos, mal olientes, sucios; sin nada de climatización, los
baños no funcionan, ventanas trabadas.... A esto se suma la violencia visual y
sonora: películas por demás malas y música igualmente violenta.
Quienes hemos viajado
por tierra en países de nuestro continente podemos comparar y calificar al
transporte terrestre del Ecuador. El buen vivir tiene que ver con en buen
servicio en transporte también.
La misma panorámica
ofrece el transporte urbano, inter parroquial e inter cantonal. Es hora que los usuarios nos neguemos a
este trato cavernario y exijamos a las autoridades de tránsito que extienden su
radio de control más allá de los feriados y las llantas lisas. Un buen servicio de transporte habla bien de
un país, es desarrollo y satisfacción para los usuarios.
Por:
Ángel Orellana Flores
Escritor y Actor
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